*Narra Cristian*
En estas últimas semanas me había dado cuenta de que Alex
le gustaban cosas “de niños”, por ejemplo, estaba muy ilusionada con ir a la
feria y cuando fuimos corrió hasta llegar a los coches de choque. Tamara y
Amanda siempre corrían con ella, eran las tres como niñas pequeñas. Montamos
por parejas y por suerte o por desgracia me tocó con ella. Me ponía nervioso
cuando tenía que hablar pero decidí disfrutar el momento. Zayn y Lucía estaban
en otro coche así como, Amanda y Ethan, Niall y Louis, Tamara y Sonia, Álvaro y
Liam, Harry se había montado solo pero una chica que andaba por allí se montó
con él. Todo fue muy divertido hasta que nos chocamos contra el coche de Lucía
y Zayn.
-Eh, ¿por qué nos das? –gritó la chica en seguida.
-En esto consiste el juego –respondió mi acompañante.
-Tú cállate, que solo eres otra más en su juego.
-¿Mi juego? –dudé, no sabía a qué se refería pero no me
gustaba por donde iba.
-Oh, vamos, que ya te tengo calado.
-¿Pero de qué hablas?
-Siempre haces lo mismo, empiezas a estar bien conmigo y al
rato me olvidas y te vas con mis amigas.
-¿De qué hablas? –no entendía que estaba diciendo, ¿irme
con sus amigas?
-No te hagas el inocente, sé que el verano antes de
marcharte preferiste pasarlo con Silvia antes que conmigo.
-No preferí pasarlo con ella, me fui con mi familia y ella
estaba allí con la suya, fue una casualidad.
-Ya claro, ¿crees que soy estúpida?
-Pues en este momento sí.
No se esperaba esa contestación y se quedó boquiabierta.
-Eres peor de lo que recordaba –dijo con asco antes de
irse.
Todos se quedaron callados, hasta que Tamara, que supongo
que algo sabía, preguntó.
-Pero, ¿eso era lo que te tenía que perdonar?
Mi cara entristeció, yo había querido mucho a Lucía, pero
ya no era la que había sido. Me senté en uno de los bancos y los demás me
acompañaron.
-El verano que me fui, lo pasé con Silvia, sí, pero no por
decisión mía, yo tenía que ir allí para despedirme de mi familia y ella estaba
allí de vacaciones, nos encontramos y ya está. Cuando volvimos a Madrid, para
terminar de recoger las cosas, quedé con Lucía, para despedirme. Ella se
presentó allí una hora más tarde, estaba roja, como si hubiera llorado y es que
lo había hecho. Me dijo que había llorado mucho por no haber podido pasar el
verano conmigo y que además sabía que había estado con Silvia y se marchó sin
dejar que me explicase. Y por lo que veo, todavía no me ha perdonado.
-Pero, no hiciste nada malo, y no fue tu culpa –me apoyó
Niall.
-Ya lo sé, pero ella no me quiere escuchar.
-A mí, lo que me dijo, fue que eras un cerdo que te habías
liado con su mejor amiga y que la habías dejado tirada en el verano –explicó Tamara
provocando que me quedase boquiabierto.
-Eso es una completa mentira. Pero ya me da igual, si
total, ya no es la misma, ahora es muy borde y ni siquiera nos habla…
-Dejémoslo ya y volvamos, ¿vale? –propuso Alex algo
distante al escuchar lo de “otra más en su juego”, cosa que no era cierto.
*Narra Álvaro*
La discusión nos había dejado a todos sin habla.
Normalmente Lucía era muy tranquila, pero había cambiado. A todos nos caía mal,
incluso Zayn nos confesó que no la aguantaba, que era muy agobiante.
El camino de vuelta se me hizo eterno, nadie hablaba, de
vez en cuando se oía a alguien tiritar, ya que empezaba a hacer frío. Cuando
llegamos a la casa las luces estaban apagadas, no había nadie. Entramos y no
había nada diferente, salvo una nota en la mesa de la cocina:
No
aguanto más estar aquí, todos estáis mal conmigo y no creo que aguante mucho
más a Cristian. Sé que os caigo mal pero lo que me hizo no se merece perdón. He
cogido el coche de Tamara para volver a Madrid, de allí me llevaré las cosas,
cuando volváis no habrá resto de mí, no os preocupéis. Necesito unas
“vacaciones” de vosotros, de mi vida.
PD: El coche de Tamara lo dejaré en el garaje y pediré un
taxi para irme a donde vaya…
Me despido.
Lucía.
Me quedé
paralizado, por una parte me parecía bien, ya que, como ella dijo, necesitamos
unas “vacaciones” de ella, pero me daba pena que se haya ido.
Tamara subió
corriendo y al poco bajó.
-Se ha llevado
todas sus cosas –dijo fatigada.
Ninguno mencionó
nada, probablemente era lo mejor que había podido hacer. Cenamos allí, viendo
la televisión, para variar.
Después de la cena, poco a poco, cada uno íbamos subiendo
a dormir, mi problema es que yo aún no sabía cuál era mi habitación.
-Liam…
-¿Qué pasa Álvaro?
-¿Cuál es mi
habitación?
-¿No tienes
habitación? –exclamó algo ilusionado.
-No…
-Genial –no creo
que se escuchase cuando hablaba.
-¿Genial?
-Sí, yo no comparto
mi habitación con nadie, puedes venir
conmigo.
-Ah, ahora entiendo
lo de genial –dije riendo.
-Ven, subamos tu
maleta.
En este día había
empezado a hablar con Liam y la verdad que era un tío muy majo, me caía muy
bien. Subimos a la segunda planta y pasamos por delante de la tercera puerta,
la de Amanda y Tamara, ya que nuestra habitación era la siguiente. Escuché su
conversación, Tamara estaba dolida con Lucía y Amanda solo decía monosílabos.
Suponía que pronto se pasaría aquel momento.
Entramos en la
habitación, era más grande de lo que parecía, y muy bonita.
*(Con dos camas)*
Dejé mi maleta y
observé la inmensa estancia.
-Bueno, si no te
importa, yo voy a dormir ya. Ah, una advertencia, las camas son algo incomodas
porque esta habitación es nueva y el colchón está muy duro.
-Gracias por el
aviso, yo vendré en un rato.
Bajé al salón, ahora
todo estaba en silencio. Salí al porche para ver la playa. Prácticamente estaba
en ella. La luna estaba completamente llena.
De repente noté una
mano en mi hombro y me asusté, pero más asusté a Tamara girándome bruscamente.
-Hola –me sonrió
como ella solía hacer -¿Qué haces aquí fuera?
-Solo miraba la
luna.
No dijo nada y se
sentó a mi lado. Nos quedamos un rato callados, contemplando aquel satélite. De
pronto, salió corriendo.
-¡A qué no me
pillas! –gritó mientras corría hacia el mar.
Me levanté de un
salto, pero con mucho cuidado, aún sentía miedo a andar y más a correr, pero en
ese momento apenas pensaba más allá de pasarlo bien con mi mejor amiga. Corrí
hasta alcanzarla.
La enganché de un
brazo, provocando que frenara. Me miró y sonrió.
-Has corrido –dijo emocionada.
-Es cierto -dije mientras pensaba en aquel logro.
Nos sentamos en la
arena mientras hablábamos de cualquier cosa. En un momento empezó a tiritar y
no se me ocurrió otra cosa que ponerla mi camisa como en las películas.
Me miró y rió.
-No hagas eso, vas
a tener frío.
-No, no te
preocupes.
Sonrió y nos
quedamos charlando hasta el punto de quedarnos allí dormidos.
ooooo que bonito toodoo prima! me gusta mucho tu blog e.e
ResponderEliminarSigue así. Siguiente :)
<33
Solo puedo decir una cosa...ME ENCANTA*-* Como tienes tanta imaginación?? Siguiente YA y a mi me avisas la PRIMERA!! Besitos<3
ResponderEliminaroooooohhhh, que bonito margiii!!!!
ResponderEliminarEspero muymuymuy pronto el siguiente e.e
Enserio me da un poco de cosa que Lucia se haya ido... pobrecita, pero es que enserio, tiene que escuchar a Cristian.
Bueno, nno te entretengo mas...
Sabes que te quierooo <3
Me encantaaaaaaaaa q boniiiito siguela en cuanto tengas un minuto libre necesito el siguiente no puedo maaaaas bueno tqm bss
ResponderEliminarme encanta sube pronto q me quedo con la intriga bss tqm
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