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17 de diciembre de 2012

CAPITULO 2


Lucía se calló al suelo del golpe, ninguna nos esperamos que hiciera eso. Cuando vi desplomarse a Lucy salte sobre la chica pero Amanda me detuvo porque sabía que sería peor para mí.

En seguida vinieron los de seguridad y nos sacaron de allí. A nosotras nos llevaron a una enfermería donde dieron un poco de hielo a Lucía para la cara.

 Cuando se le bajó un poco la inflamación pudimos volver al concierto. Al entrar en la sala pude ver como Harry miraba hacia donde estábamos y que justo cuando entré yo se giró hacia el otro lado. No le di importancia e intentamos seguir disfrutando del concierto pero no pudimos seguir como antes.

Acabó el concierto y salimos para volver a casa cuando un hombre de negro nos paró.

-Disculpad, fue a vosotras a las que una chica os agredió –preguntó muy formal.

-Sí, pego un puñetazo a mi amiga –dije yo.

-¿Podríais venir a declarar?

-Claro – dijo Lucía, mirándonos asustada.

 ¿Por qué tanto escándalo por un puñetazo? Aquel hombre nos llevo junto a su coche y pidió que le contásemos lo sucedido. Después nos llevo junto a su compañera y entramos en una gran sala. Estuvimos allí esperando en silencio, ninguna nos atrevíamos a hablar. Al rato aquel extraño hombre entro en la sala y nos pidió que le acompañásemos a un despacho para explicarnos todo lo ocurrido.

-Muy bien señoritas, voy a explicarles lo que ha pasado. Seguramente estén pensando en por qué hay tanto alboroto por una pelea en un concierto. ¿No es cierto? 

Asentimos con la cabeza y él prosiguió.

-Hay varias razones. Una de ellas es que la chica que le pegó no es la primera vez que lo hace, lleva acosando a fans y a los propios individuos del grupo desde hace más de dos años pero siempre se libraba de nosotros. Eso nos lleva a la segunda razón, mis clientes me han pedido que eso no volviera a suceder, ya que por culpa de personas como ella tienen miedo a salir a la calle sin guardaespaldas o un mínimo de seguridad. 

Me estaba quedando perpleja, no podía creerme lo que estaba oyendo, aquella chica que parecía “normal”, era una especie de psicópata. Miré a mis amigas, ellas estaban como yo, se las notaba en la cara. 

-Y hoy gracias a ustedes, hemos podido detenerla. Por lo que mis clientes y yo les agradecemos su colaboración.

-Pero…si nosotras no hemos hecho nada –dijo tímidamente Amanda.

Aquel hombre rió. Me estaba empezando a asustar. Todo el asunto era muy extraño.

-Han hecho más de lo que creen señoritas. Ahora si me acompañan les guiaré hasta la salida.

Nos guió por aquel edificio hasta la puerta principal y cuando estábamos saliendo oí una voz a mis espaldas…

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