-¡Espera! –dijo una voz que pude reconocer perfectamente.
Las tres nos giramos y pudimos ver a Liam y a Zayn
acercándose a nosotras. Me puse nerviosísima. Según se acercaban iban sonriendo
y yo cada vez tenía menos aire.
-Hola –sonrió Liam.
-Hola –respondimos las tres tontamente.
-¿Esa chica loca os ha hecho algo? –preguntó tímidamente
Zayn.
Amy y yo miramos a Lucy que seguía con la cara algo morada
del puñetazo. La cara de ambos chicos entristeció y Zayn se acercó a Lucía.
-Siento que te haya hecho esto –dijo mirando el pómulo de
Lucy y acariciándolo. Esta se ruborizó y provoco que el chico también.
-No pasa nada –pronunció mi amiga al ver que nadie decía
nada.
Yo observaba la escena porque no quería mirar a Liam. Si lo
hacía me desmayaría, me daría un ataque o algo. Amanda fue la primera en
reaccionar de las tres.
-¿¡Podemos hacernos una foto con vosotros!? –exclamó mi
amiga.
El mal momento se pasó en un segundo y todos volvimos a sonreír.
-Claro –sonrieron.
Al acabar de hacer la foto me giré, por culpa del sol que
no me dejaba ver la cámara por el reflejo, y pude ver una furgoneta aparcada a
unos metros donde estaban los otros tres integrantes del grupo. Dos de ellos
miraban con felicidad pero uno tenía una mezcla entre tristeza y enfado. No
quería darle vueltas, había sido un día extraño y quería disfrutar de lo bueno.
Me acerqué a Liam en un ataque de valentía.
-¿Puedo hacerme una foto yo sola contigo? –pregunté
tímidamente.
El chico sonrió y aceptó. Después de hacernos unas cuantas
fotos el hombre de negro que nos había acompañado antes llamó a los dos chicos
que después de despedirse se marcharon. Nosotras tres fuimos al coche. Una vez
dentro no pude evitarlo y pegué un grito.
-¡Ahhhhhhhhhh! ¡Decidme que no estoy soñando!
-¡Ahhhhhhhhhh! –volvimos a gritar las tres.
Una vez en casa nos sentamos a reflexionar.
-¿Os habéis dado cuenta de lo que ha pasado hoy? –dijo de
repente Amanda –Vamos al concierto de One Direction, pegan a Lucy, un hombre
nos pide que vayamos a declarar, la que pegó a Lucy era una acosadora, y,
además, nuestros ídolos nos piden que esperemos, se preocupan por nosotras y
nos hacemos fotos con ellos. Y por si fuera poco, ¿habéis visto como Zayn miraba
a Lucía?
La aludida se puso roja y sonrió tímidamente. Estuvimos un
rato más charlando sobre el tema hasta que nos pudo el sueño y nos quedamos
dormidas. Un ruido me despertó a las cuatro de la mañana. Mis amigas tenían un
sueño pesado o yo me despertaba enseguida porque fui la única que escuchó el
sonido del móvil de Lucy. Miré la pantalla por curiosidad y, al ver quien le
había mandado un mensaje, intenté reprimir un chillido inútilmente puesto que
desperté a mis amigas.
-¿Qué pasa Tamara? –dijo Amy con voz de dormida.
-Mira quien ha enviado un mensaje a Lucy –dije saltando en
la cama.
-Ehh, ¿por qué coges mi móvil?
-Porque ha sonado a las cuatro de la mañana y soy la única
que se ha despertado.
-Vale, pero, ¿quién es? –exclamó impaciente Amanda.
-Mirarlo.
Al verlo Amanda gritó y Lucía puso cara de sorpresa y
emoción.
-No puede ser verdad…
No hay comentarios:
Publicar un comentario